A medida que nos vamos adentrando en la famosa crisis, sucede lo que muy bien decía Warren Buffet en su clásico aforismo: "Cuando baja la marea es cuando se puede ver quien se estaba bañando desnudo". Y esa desnudez , que el abuelo Warren aplicaba a la economía, es también válida para hablar de cultura, de fundamentos ideológicos o simplemente de algo de sentido común. Nuestro querido presidente que irá a la cumbre del G-20 y pico, a soltar su discursito de ocho minutos, pensará, estoy seguro, que en esa reunión se van a poner los cimientos de un nuevo orden mundial. Y yo me pregunto en qué se basa para pensar esto, aparte del bombardeo contínuo en los medios de comunicación diciendo los mismos "mantras" una y otra vez: "refundar el capitalismo....el capitalismo ha fracasado....hmmmm" repitiendo, repitiendo. Es una técnica que es tan vieja como efectiva. Al final esos mensajes se quedan en la mentalidad colectiva como verdades irrefutables. Pero el caso es que ni se puede refundar una cosa que nunca se ha fundado, como es el sistema de libre comercio, de compra y venta de valores y de especulación futura, ni se puede cambiar a otro sistema, por el sencillo motivo de que no hay "otro" sistema.
¿Qué ha fallado en esta crisis? ¿Por qué dicen que nuestro sistema ha fracasado?
Bien. Primero querría apuntar una cosa que los medios, tan dados a generalizar y a dar mensajes sencillitos, no sea que nos atragantemos, no dicen. Resulta que hay dos crisis:
La primera es la financiera, a nivel mundial. La segunda, la que afecta a nuestro país (quizá de alguna manera también a otros países en nuestro mismo caso). Estas crisis se solapan, se suman en España, y el lo estamos viendo. Y va para largo.
Pero vayamos a la primera, que es la que tiene miga ideológica. La crisis financiera mundial. Lo primero que llama la atención es que afecta a un sector que tradicionalmente no era muy golpeado por las crisis, o por lo menos era de los menos tocados . El sector bancario y financiero. Ha sido históricamente un sector muy conservador, con un negocio claro y contrastado, y que en las crisis periódicas que siempre sufre la economía, sólo subía o bajaba su volumen de negocio. Pero las palabras agujero, quiebra o inyección de liquidez no han sido usadas nunca con los bancos hasta ahora. Por eso es una crisis tan original.
Entonces, ¿qué es lo que ha fallado?
En primer lugar, una política de dinero barato. En eso siento decir que han sido los Estados, y más concretamente la Reserva Federal Americana y el Banco Central Europeo, los responsables de esta política. El sistema ha sido "dopado" con créditos a bajo interés, que han acelerado la actividad económica, y han hecho que el endeudamiento tanto de particulares como de empresas, suba hasta niveles estratosféricos. Cuando la economía funcionaba, nadie decía nada, pero cuando nos hemos dado cuenta de que esto era imposible de mantener y el castillo de naipes está cayendo, todos lo vemos claro.
La segunda razón, un poco emparentada con la primera ha sido el desarrollo de ingenierías financieras sin mucho control. Digo que está relacionado con la primera medida porque los bancos y sociedades financieras han visto cómo el márgen de su negcocio natural (captar ahorros para luego prestarlos a mayor interés) iba bajando conforme bajaba el precio del dinero. Y su solución para mantener sus beneficios ha sido crear productos cada vez más complejos y alejados de la realidad. Los productos estrella de estos engendros han sido los tristemente célebres paquetes de hipotecas subprime, que gracias a varias técnicas a cual más fantasiosa, tenían la máxima calificación crediticia.
Lo que ha fallado aquí quizá sea una regulación más transparente y sencilla para estos productos,que, por ejemplo, no permitiesen más que un nivel "estándar" de complejidad, que fuese controlado por los organismos reguladores. Esto ha fallado, y como tal , han fallado los organismos que deberían haberlo hecho, los Estados. De nuevo los Estados.
Y en tercer lugar, ha fallado la legislación en el nivel de apalancamiento (el nivel de endeudamiento que se puede adquirir) admitible legalmente. Las entidades financieras han podido endeudarse hasta niveles que , ante un escenario adverso, han puesto en peligro todo el sistema económico. Eso deberá corregirse. En el momento que una decisión con respecto a tu negocio puede afectar al resto de la sociedad, bien porque tu tamaño sea muy grande, o porque el sector en el que estás sea especialmente estratégico, es lícito que haya una legislación y una supervisión por parte del Estado.
Y éstas son para mí las tres claves de la tormenta financiera que vivimos. Unas empresas caerán, y creo que es bueno que lo hagan, porque la salud de nuestros mercados así lo requiere, otras empresas lo pasarán mal pero sobrevivirán, y lo que es seguro es que dentro de cinco o diez años nadie nos acordaremos de esto, y repetiremos los mismos o parecidos errores. Como se dice en el mundo de la bolsa, la forma más efectiva de detectar que un gestor te quiere embarcar en algo malo es cuando dice la frase: "ahora es diferente". Los errores se repiten cíclicamente, somos nosotros los que nunca aprendemos.
Y finalmente me llama la atención la legión de ideólogos de la nueva era, que han desempolvado las teorías Keynesianas, y que nos muestran al Estado como la solución a nuestos males. Hemos sido malos, porque siempre tendemos al capitalismo "salvaje" (bonita expresión), y tiene que ser el Estado protector el que nos salve y nos guíe por el mundo. Krugman y Stiglitz son dos buenos ejemplos de eso.
Se podría hablar mucho sobre este tema, pero, si hemos visto que las políticas de tipos que han seguido los Estados han sido de las principales causantes de todo, ¿cómo va a ser la solución el mismo que nos ha metido en el problema? Si la han pifiado fijando los tipos de interés, ¿no la pifiarán si tienen mucho más poder, y pueden regular muchas más cosas? Hmmm.... aquí hay algo que no cuadra.
Así que , ojo con los nuevos profetas, que la mercancía que venden la tenían guardada desde hace tiempo, y ya se sabe, las cosas guardadas se ponen rancias, y empiezan a oler mal.
viernes, 14 de noviembre de 2008
Refundando capitalismos
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1 comentario:
Qué buen artículo y qué bien explicado, y no lo digo con ironía. No puedo estar más de acuerdo con todo lo que dice. Sólo haría algunos matices:
1) No creo que el negocio bancario sea más o menos conservador que otros, simplemente no se han dado las circunstancias para desenmascararlo hasta ahora. El tomar riesgos con el dinero de otros es algo inherente al ser humano.
2) Estoy de acuerdo en el tema de los tipos de interés (y en su estupefacción por apagar el fuego echando de la misma gasolina que lo provocó), pero creo que la razón es más la abundancia de dinero puesto en circulación por los bancos centrales que los tipos en sí, aunque las dos cosas van de la mano.
3) Más que ser lícito que haya supervisión yo diría que es legítimo, pero vamos es un matiz semántico. No estoy de acuerdo con los planes de rescate masivo. Con lo único que estoy de acuerdo es con que se intervengan los bancos en cuestión pero sin meter dinero público. Por un lado diría que la gente ha confiado en el sistema al tener cuentas corrientes y sus ahorros en ellos y esto habría que garantizarlo. Pero claro, la cuestión es, ¿garantizarlo con qué? ¿subiendo la inflación? ¿subiendo los impuestos? mmmm, no se no se si no va a ser peor el remedio que la enfermedad... Hemos de admitir que esto ha empobrecido a mucha gente pero no se si es justo que pague todo el mundo por igual. La gente tiene que saber dónde mete su dinero especialmente si pasa de ciertas cantidades y apreciar todos los riesgos. No podemos ser responsables los demás de eso.
Enhorabuena don Jerm, su artículo es un prodigio de síntesis, claridad y sentido común.
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