viernes, 4 de mayo de 2012

La madre de todos los recortes

     Todo el mundo en España parece temer el consejo de ministros de cada viernes de la era Rajoy. Tijeretazo por aquí, tijeretazo por allá, anuncios y medidas que no cumplen las promesas electorales... Suena duro y lo es pero los números, mucho peores de lo que se nos dijo, obligan.

     España: 1 gobierno central, 17 autonomías, 38 diputaciones, 8.116 ayuntamientos, 7.450 consorcios, fundaciones, sociedades y empresas públicas. ¿Es esto razonable? ¿Es esto soportable? ¿Es esto eficiente?

Datos al cierre de 2011:
     Cuando veo estas cifras que apenas sé pronunciar pienso que son una barbaridad de pesetas pero ¿qué digo? ¡¡¡si son euros!!! Menudo lapsus temporal. ¿Podemos permitirnos esos guarismos? La conclusión parece evidente.

     Y aparece "de pronto" el gobierno del Sr. Rajoy y empieza a meter la tijera, algo que muchos deseábamos pero se equivoca en algunas partidas como sanidad y educación olvidándose por completo del crecimiento al son que toca la nueva dama de hierro que, aún teniendo mucha razón en muchas cosas, no la tiene toda. ¡No! no podemos volver a pagar lo que ya pagamos vía impuestos, llámese sanidad o educación porque lo que se está haciendo es obligar a los ciudadanos a pagar también la ineficacia de sus respectivos gestores. Y, evidentemente, tampoco  se nos puede decir ahora que habrá co-pago en función de la renta porque en la Constitución se nos dice claramente que todos somos iguales y que no se nos puede discriminar ¡ése sí que es un derecho básico! No se nos puede decir que ahora vamos a pagar por circular por autovías o incluso carreteras nacionales porque eso también lo pagamos todos vía impuestos y, de paso, gravaría el transporte de mercancías elevando el coste de todos los productos que consumimos, sobre todo los básicos. No podemos tener gastos duplicados o triplicados en base a unas competencias que se duplican o triplican; no podemos tirar el dinero, no podemos despilfarrarlo de esa manera. No podemos cometer errores de bulto como aplicar tasas a los turistas que nos visitan porque acabaremos con nuestra primera industria. No podemos elevar las tasas universitarias porque nos cargaremos a los jóvenes que deben tomar el relevo sino todo lo contrario, debemos bajarlas. ¿Se ha vuelto todo el mundo ciego o qué está pasando?

     ¿Y la madre de todos los recortes o, mejor dicho, las madres de todos los recortes? ¿Cuándo los veremos? ¿Cuándo se va a cuestionar en profundidad el modelo autonómico que tenemos, que es un verdadero coladero, un gasto insufrible que no nos podemos permitir, el símbolo del fracaso de nuestra sociedad y la base de la discriminación en base a nuestro lugar de residencia? ¿Cuándo se le va a decir a los políticos nombrados a dedo, en puestos absurdos, irrelevantes o sin misión concreta que eso se acabó? ¿Cuando se va a acabar con las subvenciones de todo tipo que solo crean picaresca pero no productividad?  ¿Por qué no reconocer de una vez por todas que la España de 1986 ya no es la de 2012 y el PFEA (antiguo PER) es aberrante porque solo ha conseguido que algunos no trabajen a costa de los que sí lo hacen? ¿Cuándo se le va a decir a los religiosos que si sus feligreses no soportan sus propias infraestructuras y modelos los demás no tenemos esa obligación? ¿Cuándo se le va a decir lo mismo a los sindicatos? ¿Por qué debemos seguir subvencionando un cine español que no tiene adeptos? ¿Acaso las subvenciones conseguirán más espectadores en las salas? ¿Por qué no acabamos con las subvenciones, sean las que sean, y dejamos que lo que funciona funcione por sí mismo y lo que no lo hace simplemente se extinga siguiendo la más pura teoría darwinista de la evolución? ¿Por qué tantas aberraciones que nos siguen costando miles de millones de euros anuales?

     ¿Alguien tiene alguna duda de por qué no generamos confianza en los mercados y por qué no se nos presta dinero si no compensamos el riesgo que asumen con un alto interés? Señores gobernantes dejen de quejarse de "esos mercados especuladores" porque sin ellos la quiebra virtual sería real; les necesitamos, esa es nuestra realidad. Y si nuestra deuda pública es tan sólida como dicen ustedes propongo ¡que sus sueldos les sean satisfechos en bonos del Estado con una impresionante rentabilidad del 6%!

     Menos demagogia y más sentido común.

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