Pues a cuento de la anterior entrada de nuestro amigo Art, yo también le he dado vuetas a la famosa frase "inyección de liquidez", que repiten todos los medios de comunicación, y que a ciencia cierta, ningun sabemos realmente qué significa.
Más o menos , como lo entiendo yo, ha pasado lo siguiente:
hay un club de muy buenos amigos que son los bancos de cada zona (entiéndase por zona lo que cae dentro de la jurisdicción de un banco central (el europeo, la reserva federal americana, etc.) En este club todos se fían de todos..... en circunstancias normales. Cuando un banco necesita liquidez, otro se lo presta, y ya está. Hoy por tí y mañana por mí. Pero hete aquí que un día se corre un rumor, que algunos bancos tienen fondos que no tienen la solvencia que se les presume. ¿como es esto? Pues más o menos como sigue: cada valor que un banco maneja dentro de los fondos que administra, tiene una etiqueta, que viene a decir lo "fiable" que es ese valor. O sea , la posiblidad de que el valor en cuestión se vaya al cuerno y pierdas tu dinero. Si esa posiblidad es muy remota, pues ese valor tiene "AAA", si es menos fiable, AA, A, ....... hasta D. Los valores menos fiables son aquellos con mayor volatilidad, o sea, los que tienen más posiblidad de valer menos, aunque también de revalorizarse.
Las hipotecas "subprime" no son otra cosa que lo que hacen los "reunificadores de hipotecas", o sea, aquellas entidades que empaquetan tus deudas en una sola hipoteca, a interés mayor y a mayor número de años. Estas hipotecas son más rentables que las normales, pero también más arriesgadas (porque se supone que cuando te metes en esto, es que estás un poco "ahogado" , o un mucho).
Esto es perfectamente legal, y se está haciendo mucho tiempo, pero el truco va a venir un poco más adelante.
Estas hipotecas "subprime", son empaquetadas en digamos, "paquetes de deuda", que se venden a otras entidades, bancos, gestores de fondos, lo que sea. Realmente si se devuelven las hipotecas, son productos rentables, pero hemos visto que también acarrean un riesgo mayor. ¿Y como saben los que compran esos "paquetes" , el riesgo que están corriendo? Pues para eso están unas agencias que etiquetan el riesgo de esos productos. Son los que ponen las "AAA", las "B" y las "C". Se supone que son objetivas, y que estudian los "paquetes", antes de tomar su decisión.
Pues bien, estas agencias le pusieron AAA a paquetes de deuda "subprime", y no pasó nada hasta que la recesión económica ha empezado a disparar el porcentaje de gente que no paga sus hipotecas. Al "fallar" esas operaciones, se ha destapado el pastel , y la verdadera naturaleza de esos productos financieros tan "seguros" en el papel.
Los bancos que tenían estas patatas calientes han empezado a ver como sus amiguetes de otros bancos no les prestaban el dinero, la liquidez que necesitan para sus operaciones diarias. Y claro , este es
EL PROBLEMA.
Aquí tenemos dos posturas a tomar:
1) Los bancos son entidades privadas, que ganan dinero, (mucho , para ser más concretos) y que como cualquier empresa, puede perder también. Si no midieron el riesgo correctamente es su problema, y deben correr con las pérdidas, al igual que no tienen problemas en recoger sus beneficios, cuando se producen.
2) Aunque los bancos son privados, las consecuencias de una crisis bancaria a nivel mundial son imprevisibles, por lo que es prudente que los bancos centrales tomen medidas. Entonces estos bancos centrales deben prestarle la liquidez (el dinero contante y sonante) a aquellos bancos que no reciben los préstamos de los otros. Esta postura también tiene un riesgo: si los bancos tampoco pueden devolver los préstamos de los bancos centrales, se producirá una crisis aún mayor, un efecto bola de nieve.
Las dos posturas tienen su parte de razón, pero desde el punto de vista político, la solución a seguir está clara: se elegirá (y es lo que se ha hecho) la opción dos.
La razón es muy sencilla. Se le puede llamar "efecto disolvente". Y es que a los ciudadanos medios cuando nos hablan de inyecciones de liquidez de miles de millones de euros, es algo tan alejado de nuestra realidad, que realmente no nos importa , no nos moviliza. Por supuesto, si la cosa sale mal, somos los ciudadanos los que pagaremos el pato de la crisis (porque eso pasará si los bancos no devuelven los préstamos públicos), pero las consecuencias se verán disueltas en forma de obras públicas que no se harán, en prestaciones sociales que no se darán, o en aumentos de impuestos para pagar un gasto público que podría haberse cubierto con los miles de millones perdidos en esta crisis.
Pero lo dicho, eso a la mayoría de personas no nos moviliza, porque lo veremos dentro de un tiempo, y en forma de "cosas no hechas", en vez de "cosas que nos quitan", que es lo que realmente nos subleva.
Entonces es evidente por qué los políticos elegirán siempre el camino de que todos paguemos poco a poco estas cosas. Es más rentable políticamente, y es silencioso.
Pero, ¿ no se supone que los políticos tienen que velar por nuestros intereses? ¿por qué eligen soluciones que nos abocan a pagar las responsabilidades de otros?
Está claro. En gran parte, la culpa es nuestra. Sin duda.
Saludos.
martes, 25 de diciembre de 2007
El lobo y el efecto "disolvente"
Publicado por jerm en 21:38
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4 comentarios:
Lo primero feliz año.
Muy buena la exposicion del problema, aunque la conclusion es un poco facilona.
Algun dia nos decidiremos a usar ese ¿intelecto? del que a veces nos gusta pensar tenemos, y apluicarlo a algo positivo y productivo en vez de criticar el sistema (hablo por mi)...
Un abrazo, LRP.
Feliz Año igualmente, aunque no se me ocurre la frasecita ingeniosa de todos los SMS que nos invaden estos días. Aún así, mis mejores deseos sabes que son auténticos.
Tu comentario me ha hecho releer mi entrada, y tienes razón. La conclusión no está muy bien explicada. Es más , sugiere incluso lo contrario de lo que quiero decir.
No voy a ser yo uno más de los criticadores de los políticos y del sistema porque simplemente es un lugar común . Es más, mi intención era hacer recaer sobre nosotros parte de las razones que utilizan los políticos para tomar las decisiones que toman.
Porque, explicándolo un poco mejor, los políticos "profesionales" han desarrollado un fino instinto, no ya para saber qué es lo que queremos los ciudadanos, sino más bien para saber qué les vamos a permitir hacer.
Que no es lo mismo.
Un abrazo.Jerm
"Las dos posturas tienen su parte de razón, pero desde el punto de vista político, la solución a seguir está clara: se elegirá (y es lo que se ha hecho) la opción dos..."
En la primera "postura" no encuentro ninguna solución, imagino que en cualquier caso siempre se aplica la misma solución ¿si o si?
Feliz campaña...
Hombre, wysarri, bienvenido a esto, comoquiera que se llame....
Con respecto a lo que dices, en la opción uno la solución a seguir es.... no tomar ninguna. O sea, los bancos centrales no le prestan dinero a los bancos que no lo pueden obtener del mercado privado. Esos bancos se pondrán muy tristes, y se irán a un rincón a llorar, o sea, que puede que tengan problemas. Pero... ¿no es eso tener un negocio? ¿son los bancos los únicos que tienen el airbag del estado si las cosas les salen mal?
A lo mejor se tendría que haber dejado las cosas como estaban, a ver qué pasaba.
Saludos.
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